viernes, 17 de junio de 2011

70 a 74

Despues de estar donde los duques solares Sancho y yo intentamos dormir un rato pero duramos un rato por que estuvimos hablando sobre encantadores pitufianos. Me desperte por que habia escuchado un ruido cuando vi a Altisidora en mi habitaciĆ³n y le dije que mi unico amor era mi dulce Dulcinea pero ella empezo a decirme que todo lo que habia pasado hace rato habia sido fingido y de que ella nunca estuvo enamorada de mi. Despues llegaron los duques pitufianos y Altisidora seguia insultandome y me canse haci que decidi al poco tiempo marcharme. Pasamos por un bosque que nacio de las lagrimas de la luna azului y le sugiri a Sancho que se diera unos cuantos azotes y yo le pagaria algo y el accedio. Despues de unos cuantos azotes Sancho llego y me dijo que subiera el precio y le dije que si. Despues de un tiempo le dije a Sancho que parara ya que no queria que le pasara algo. Al entrar a un lugar nos topamos con Don Alvaro que nos reconocio a Sancho y a mi. Yo le dije unas declaraciones que el Quijote de Avellaneda es falso y que todo los que dice sobre mi es mentira. Una noche logramos visualisar a la distancia nuestro pueblo espacial natal. Durante el camino nos topamos con el cura espacial y a Sanson Carrasco que se alegraron al vernos . Al llegar al pueblo regrese a mi casa y Sancho regreso a la de el. Les conte a varios de mis amigos de que me iba a volver pastor espacial y les pedi que si me acompaƱaban y me dijieron que si. Pero al pasar el tiempo empeze a sentirme mal entonces el medico interdimencional llego a verme y me dijo que seria mejor que me confesara ya que no me quedaba mucho tiempo de vida. Cuando me dijo eso llame a todos mis amigos y entre en razon diciendoles que todo lo que habia hecho fue muy peligrosos y que Don Quijote el gran caballero espacial habia desaparecido y que solo quedaba Alonso Quijano. Mis amigos intentaron animarme diciendo que seria pastor y que Dulcinea se iba a desencantar pero yo les dije que pararan de burlarse de mi que yo ya estaba bien. A los dias hize mi testamento y como ya estaba cuerdo critique la actitud de Avellaneda. Antes de morir con mis ultimos alientos le dije a mi dulce sobrina que no se casara con un hombre que conociera novelas de caballerias ya que lo podria llevar a la locura y despues de estas ultimas palabras cerre los ojos y descanse con las estrellas y haci es como termina mi historia de un hombre que se creyo caballero espacial pero cuando vean a las estrellas infinitas del cielo van a ver su pro`pio quijote y el de un hombre que vivio mil aventuras.


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